No olvidaré el pánico en la voz de Ana cuando me llamó: “Leí en internet que ¡debo alejarme de los gatos durante el embarazo porque mi bebé podría nacer con retraso mental!” Esa fue su primera frase. “¿Es cierto? ¡Deshice de mi gato de inmediato porque estaba tan asustada!” Su angustia era palpable. Como especialista en información sobre teratógenos, sabía que muchas mujeres enfrentan la misma inquietud. Ana temía por algo llamado ‘toxoplasmosis’, y su médico solo le había dicho que había hecho “lo correcto” al deshacerse de su gato, lo que la dejó aún más frustrada y extrañando a su compañero felino.
Luego de escucharla, le hice algunas preguntas sencillas sobre su gato:
- ¿Cuánto tiempo lo ha tenido?
- ¿Es un gato que vive adentro, afuera, o ambos?
- ¿Le has dado carne cruda?
- ¿Quién se encarga de la caja de arena?
- ¿Has estado haciendo jardinería?
Su respuesta me dio tranquilidad; no había indicios de que estuviera en riesgo. “Estoy segura de que dañé a mi bebé,” dijo angustiada. Así que le expliqué lo básico sobre la toxoplasmosis. Este enero es el Mes de la Prevención de Defectos de Nacimiento, así que es un buen momento para repasar esta información.
La toxoplasmosis es una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii, que a menudo se contrae al consumir carne cruda o al manipular tierra o excremento de gato infectado. Aunque muchos adultos no presentan síntomas, algunas personas pueden experimentar ganglios linfáticos inflamados o fiebre. La mayoría de quienes contraen toxoplasmosis no la vuelven a tener. De hecho, alrededor del 85% de las mujeres embarazadas en los EE. UU. están en riesgo.
Las mujeres que acaban de adoptar un gato, tienen gatos que salen al exterior, o que comen carne poco cocida, están en mayor riesgo. En Europa, donde se consume más carne poco cocida, la prevalencia de esta infección es mayor. Es importante saber que el parásito vive en el excremento del gato por dos semanas, y sus huevos pueden sobrevivir en la tierra hasta 18 meses.
Consejos para Prevenir la Infección
Para prevenir la infección, aquí hay algunos consejos:
- Cocina la carne completamente hasta que no esté rosada.
- Usa guantes al trabajar en el jardín.
- Lava bien todas las frutas y verduras.
- Lávate las manos después de tocar carne cruda, frutas, verduras y tierra.
- Si tienes un gato, es mejor que alguien más limpie la caja de arena durante tu embarazo.
- Además, evita darle carne cruda a tu gato.
Tomar estas precauciones simples durante el embarazo puede ayudarte a mantenerte saludable y evitar deshacerte de tu gato. También es vital que las mujeres tengan atención prenatal, se comuniquen con sus proveedores de salud, sigan una dieta equilibrada y tomen sus vitaminas prenatales.
Si deseas profundizar en temas relacionados, echa un vistazo a nuestro artículo sobre la estación fetal en este enlace. También, para aquellos interesados en el viaje de fertilidad, Make a Mom es una excelente fuente de información. Por último, si quieres más información sobre el tratamiento de la infertilidad, consulta ACOG, es un recurso sobresaliente.
En resumen, no hay necesidad de renunciar a tu gato durante el embarazo. Con los cuidados adecuados, puedes disfrutar de tu tiempo con tu mascota y asegurarte de que tú y tu bebé estén saludables.