“¡Este es mi primer hijo y no tengo idea de qué hacer!”, exclamó Laura, una futura mamá, al llamar a nuestra línea de ayuda. Laura compartió que está tomando varios medicamentos y le preocupa cómo podrían afectar a su bebé en gestación. Se encuentra en las primeras etapas de su recuperación por abuso de cocaína y opioides, utilizando buprenorfina y naloxona para su tratamiento, además de otros medicamentos para manejar su salud mental. “Esta combinación ha sido efectiva para mí”, dijo. “Pero me pregunto si estos tratamientos aumentarán el riesgo de complicaciones durante el embarazo o problemas de nacimiento para mi bebé”. Laura se cuestionaba si sería mejor dejar la buprenorfina y la naloxona en este momento.
Para abordar sus inquietudes, consulté a la Dra. Ana Pérez, una psicóloga clínica especializada en salud mental perinatal. La línea de asistencia que dirige ofrece apoyo 24/7 a mujeres embarazadas y posparto que enfrentan problemas de estado de ánimo y ansiedad, así como a sus seres queridos.
La realidad de las mujeres en recuperación
Una pregunta común es cuántas mujeres en recuperación están tratando un trastorno por consumo de opioides durante el embarazo. Según los CDC, aproximadamente el 7% de las mujeres embarazadas han usado opioides, y de ellas, una de cada cinco reconoce haber hecho un uso indebido. Sin embargo, solo cerca de la mitad de las mujeres que usan opioides están en tratamiento, lo que hace que el esfuerzo de Laura por buscar ayuda sea especialmente significativo. Su historia es un testimonio de que es posible recibir apoyo y tener un embarazo saludable.
Opciones de tratamiento durante el embarazo
¿Qué opciones de tratamiento existen? Durante el embarazo, los profesionales de la salud suelen recomendar medicamentos como metadona o buprenorfina. Es preferible que el tratamiento comience antes de la concepción, pero muchas mujeres enfrentan obstáculos que les impiden acceder a esta ayuda. Estos desafíos pueden incluir problemas personales, estigmas sociales, o la dificultad para manejar emociones. Además de la medicación, es fundamental buscar apoyo para la salud mental, lo que implica trabajar con un consejero para abordar las causas subyacentes del consumo de drogas.
Es crucial saber que interrumpir el uso de opioides de manera abrupta durante el embarazo puede ser riesgoso tanto para la madre como para el bebé. Controlar el consumo mediante medicamentos es la mejor opción. Siempre se debe consultar a un profesional de la salud antes de tomar decisiones sobre el tratamiento.
La importancia de la comunicación y el apoyo
Cada embarazo es único, y no hay una respuesta universal sobre si se deben comenzar, suspender o cambiar medicamentos. Es común que los proveedores de salud discutan la necesidad de tratamientos como la metadona o buprenorfina y analicen cuidadosamente los riesgos y beneficios de cualquier cambio.
Las mujeres embarazadas enfrentan barreras para acceder a información y apoyo. Hablar sobre sus experiencias y objetivos es vital. Muchas veces, el consumo de drogas está vinculado a traumas pasados, falta de apoyo, o relaciones complicadas. Al reflexionar sobre su situación, pueden trabajar para enfrentar estos desafíos.
Quiero que todas las mujeres en esta situación sepan que todavía pueden construir una buena relación con su bebé. Encontrar un proveedor de salud que entienda sobre el trastorno por consumo de opioides es esencial. Fortalecer un sistema de apoyo puede ser la clave para lograr cambios positivos.
Creando una red de apoyo
Existen varias maneras en que las mujeres embarazadas en recuperación pueden crear su red de apoyo. Participar en grupos, hablar con consejeros, o conectarse con visitadores del hogar puede ayudar a desarrollar las habilidades necesarias para abogar por sí mismas y por sus bebés.
Para comunicarse efectivamente con su obstetra, es útil anotar preguntas antes de la cita. A medida que avanza el embarazo, colabore con su proveedor para planificar el parto y la atención posparto. Esto prepara a los futuros padres para cada etapa del proceso.
Después del nacimiento
Después del nacimiento, es común que los bebés presenten síntomas de abstinencia, pero eso no debería desincentivar el tratamiento. Los padres deben estar atentos a las necesidades de su recién nacido y colaborar con el pediatra para garantizar el mejor cuidado. Prepararse con anticipación para posibles complicaciones puede hacer una gran diferencia en la experiencia.
Recursos adicionales
Para más información, puedes consultar otros recursos, como este artículo sobre la importancia de evitar carnes y quesos deli durante el embarazo. También, el sitio Make a Mom ofrece kits específicos para la inseminación, y Resolve.org es una excelente fuente sobre opciones de inseminación intrauterina.
Conclusión
En resumen, la recuperación de la adicción durante el embarazo es un camino difícil pero posible. Con apoyo y recursos adecuados, las mujeres pueden cuidar de sí mismas y de sus bebés, asegurando un futuro saludable.
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