Hace un tiempo, escribí sobre el uso de marihuana durante el embarazo y ese post se volvió el más popular en nuestro sitio. No es de sorprender, dado que el tema ha cobrado aún más relevancia en los últimos años. Antes, solo unos pocos estados permitían su uso recreativo, y ahora son 29 los que permiten el uso medicinal, recreativo o ambos, con diversas regulaciones. Recientemente, decidí revisar la información disponible sobre el impacto de la marihuana en el embarazo y la lactancia.
En este artículo, utilizaré los términos marihuana, cannabis o mota de manera intercambiable, ya que son comúnmente reconocidos. Actualmente, no existe ninguna aprobación de la FDA para el uso de cannabis como tratamiento médico. La FDA solo aprueba medicamentos que han pasado por rigurosas pruebas de seguridad y eficacia. Aunque hay dos medicamentos que contienen formas sintéticas de marihuana, dronabinol y nabilona, estos se utilizan para tratar la náusea relacionada con la quimioterapia y no han sido estudiados en mujeres embarazadas.
El uso de marihuana entre mujeres embarazadas está en aumento, ya sea de forma accidental antes de saber que están embarazadas o intencionalmente después de confirmarlo. Encuestas indican que la marihuana es la droga recreativa más reportada por estas mujeres. Por ejemplo, en 2014, el 3.85% de las mujeres embarazadas en EE.UU. reportaron haber consumido marihuana en el mes previo, un aumento respecto al 2.37% en 2002. Debido a esta creciente legalización y a la demanda de información, he decidido investigar más sobre este tema.
Las mujeres embarazadas, los médicos y los especialistas en teratología, como yo, nos preguntamos cómo afecta el uso de cannabis al desarrollo fetal. Es crucial entender las diferencias en las concentraciones de la droga en el sistema sanguíneo dependiendo de cómo se consuma: ya sea fumado, ingerido o aplicado tópicamente. También queremos saber qué riesgos están asociados con cada método de consumo y cómo las dosis afectan la salud del bebé.
Históricamente, estábamos más preocupados por los defectos de nacimiento, pero ahora sabemos que ciertos medicamentos, como el alcohol, pueden impactar el desarrollo cerebral del bebé. Necesitamos estudios que sigan a los niños expuestos a la marihuana durante el embarazo para determinar si hay riesgos a largo plazo en su aprendizaje y salud mental.
En cuanto a los estudios existentes, algunos no han encontrado un patrón claro de defectos de nacimiento asociados con la marihuana fumada, aunque esto no significa que no haya riesgos. Se ha reportado un mayor riesgo de complicaciones como bajo peso al nacer y partos prematuros en bebés cuyas madres consumen marihuana. Estas complicaciones son graves y pueden requerir atención médica prolongada.
Otra cuestión importante es el impacto del THC en el cerebro del bebé. La exposición prenatal al THC puede estar relacionada con problemas de aprendizaje y salud mental. Además, existe preocupación sobre la exposición a través de la leche materna, ya que el cerebro del bebé sigue desarrollándose después del nacimiento.
En resumen, aunque hay muchos aspectos que aún no comprendemos completamente sobre el uso de marihuana durante el embarazo y la lactancia, es evidente que se necesitan más investigaciones. Si estás interesada en saber más sobre la lactancia materna, puedes leer nuestro artículo sobre la ausencia de crecimiento mamario en las primeras etapas del embarazo aquí. Para aquellos que están considerando la inseminación artificial, un recurso valioso es este sitio que ofrece información sobre kits de fertilidad. También puedes consultar aquí para obtener más información sobre la fecundación in vitro y el proceso de inseminación en casa.